Cuando una familia me contrata para que les haga una sesión de fotos infantil en exterior, mi cabeza se pone a mil revoluciones a diseñar cómo y dónde se llevará a cabo. Qué decorado es el más idóneo, qué vestuario llevarán, qué historia quiero contar… Me gusta conocer cómo son los protagonistas de mi nueva aventura, qué aficiones y gustos tienen, qué colores les gustan…

Una vez tengo la localización pensada, se lo comunico a los padres y una vez dan el visto bueno, me dirijo a ese lugar y miro detalladamente todos los rincones para encontrar dónde puedo situar a mis modelos. No solo puedo fijarme en que sea un lugar bonito, sino que tenga la luz idónea y sea poco concurrido para que me permita crear un escenario perfecto.

La sesión que os muestro a continuación de estas dos hermanas de 8 y 11 años, la realizamos en un precioso parque que nos ofrecía lugares muy especiales, como un templete neoclásico del siglo XVIII con columnas toscanas, puentes, lagos y jardines románticos del siglo XIX, además de otras edificaciones muy interesantes. Por lo tanto, el vestuario tenía que tener ese aire de romanticismo propio para la escena. Es un reportaje muy austero en cuanto atrezzo para que en todo momento destaquen las dos protagonistas.

Espero que disfrutéis viendo esta sesión, poned vuestros 5 sentidos y transportaros a ese mágico lugar en el que predominaba el sonido de los pájaros y el ruido del agua en sus fuentes.

No sé si fue porque son encantadoras o por el romanticismo que desprendían, que acabé totalmente enamorada de ellas.

Si quieres más información sobre las sesiones familiares en exterior, contacta conmigo y te daré todos los detalles.